Semillitas de rosa




Os voy a contar algo...
Cada año por primavera, dentro de las rosas florecidas, en maravillosas cunas de pétalos tiernos y suaves se mecen las pequeñas semillitas del rosal.
Cuando la rosa muere y se deshoja, vuelan a merced del viento llevando la vida de nuevas rosas a través de los cielos de campos y ciudades para que en la siguiente primavera los jardines se llenen de nuevas flores llenas de cunitas en su interior.
¿Qué nunca os habéis fijado?
Aunque, quizás sea un cuento. Ya sabéis que yo soy muy fantasiosa ...
Por si acaso hoy mirando una rosa, le saqué esta foto...

 Espero que os guste. ©Mar Buelga Ilustradora 2015 Técnica: Boceto a Lápiz y coloreado artrage y photoshop.

Feliz día de los enamorados 2015 . Pero, ¿Quién era Cupido?





Como el próximo 14 de febrero es San Valentín (lo celebremos o no, digamos que es un negocio o no, la fecha del 14 de febrero se celebra, que le vamos a hacer).
Se celebra el llamado: Día de los enamorados.
Cada año hago un dibujito en este día.

Proceso de creación
Este año me he centrado en la figura de unos de los héroes mitológicos que a pesar de ser muy famoso su historia es poco conocida. Aquí os lo dejo... a ver si os gusta... 
 En mi dibujin podemos ver como mi cupido lanzas sus flechas a una pareja , quizás disfrazada de otra época por eso de que este año coincide con el carnaval.
Una pareja de pajaritos, dos preciosas ramitas de boquitas pintadas y dos caracoles bigotudos... 
y es que Cupido dispara sus flechas a todo tipo de parejas sean del sexo, raza (como nuestras dos nubes) o nacionalidad que sean... 
Espero que os guste... 


Pero, ¿Quién era Cupido?
 Pues veréis, segun la wikipedia : Cupido (llamado también Amor en la poesía latina) es, en la mitología romana, el dios del deseo amoroso.
Según la versión más difundida, es hijo de Venus, la diosa del amor, la belleza y la fertilidad, y de Marte, el dios de la guerra.
Su equivalente en la mitología griega es Eros.
De acuerdo a esta última versión, Cupido nació en Chipre, como su madre, quien tuvo que esconderle en los bosques y dejar que fuera amamantado por fieras que sólo con él eran piadosas.
Venus no osaba tenerle consigo, temiendo el rigor de Júpiter, quien, previendo todo el mal que el niño haría al universo, pretendía fulminarlo al nacer.
El Destino, sin embargo, permitió que Cupido se mantuviera a salvo.
Se formó hermoso como su madre, y audaz como su padre, e incapaz de ser guiado por la razón, a la manera de sus selváticas nodrizas.
En el bosque fabricó un arco con madera de fresno, y flechas de ciprés.
Tiempo después, Venus le regaló arco y flechas de oro.
Las flechas eran de dos especies: unas tenían punta de oro, para conceder el amor, (Aunque yo las he trocado en corazón) mientras que otras la tenían de plomo, para sembrar el olvido y la ingratitud en los corazones.

A punto de ponerle marco y letra.
Además, se le concedió el poder de que ni los hombres ni los dioses, ni su propia madre ni aún su propio pecho fuesen inmunes a las heridas que produjeran sus flechas, como prueba el amor hacia Psique, al que él mismo se vio sometido.
La nereida Tetis, el día de sus bodas con Peleo, obtuvo para Cupido el perdón de Júpiter, y la gracia de ser admitido entre los dioses patricios.
Venus se preocupaba porque su hijo no maduraba y no crecía, así que consultó con el Oráculo de Temis, que le dijo: «El amor no puede crecer sin pasión».
Venus no entendió estas palabras hasta que nació su otro hijo, Anteros, que es el dios del amor correspondido y la pasión, o amor que corresponde al primero, y con el que Cupido no siempre está unido.
Por eso se representa a Cupido como un niño con alas, para indicar que el amor suele pasar pronto, y con los ojos vendados para probar que el amor no ve el mérito o demérito de la persona a quien se dirige, ni sus defectos, mientras se fija en ella.
Cupido además va armado con arco, aljaba y flechas, unas de oro para infundir amor, y otras de plomo para quitarlo. Cuando Anteros y Cupido andaban unidos, éste se transformaba en un joven hermoso, pero cuando se separaban volvía a ser un niño con los ojos vendados (aunque mi Cupidín no lleva venda ya que es un poquito miope y no le hace falta), un amor «travieso y ciego», como era representado. Himeneo, dios del matrimonio, es, de acuerdo a una de las versiones de su nacimiento, hijo de Venus y de Baco, y por tanto, medio hermano de Cupido, a quien se le representa avivando la antorcha de Himeneo; es decir que el Amor aviva la pasión del matrimonio.


¡¡¡Feliz día de los enamorados, con Valentín, Cupido y muchas flechas y amores!!!!
Hasta otra... ¡¡¡Corazones!!!!